Pero en medio de la guerra y la
violencia estructural por el abandono del Estado, seguimos construyendo vida,
aprendiendo a volar en el arte y la cultura, el deporte y la música, la pintura
y la alegría, el estudio y la conciencia; para no dar más hijos-hijas a la
guerra, a la milicia o a la miseria humana, como hasta el momento nos han
programado los dueños del poder político y los amantes del dinero que lo
quieren obtener al precio que sea con la carne del cañón que obtienen de
nuestra comuna.
Hemos sido señalados y estigmatizados por tantos gobiernos de turno, que ya hemos perdido la cuenta. Esta estrategia les ha servido como pretexto para ejercer sobre nuestras casas, techos y vidas, un control y vigilancia permanentes; y cuando hemos querido que nos quiten sus manos de encima, nos han golpeado, silenciado, invisibilizado, perseguido, allanado, humillado, insultado, irrespetado y muchos de nuestros hijos, vecinos, padres, madres, amigos, mujeres, jóvenes, niños, han sido asesinados por los fuegos en combate.
Nos hemos construido como campo de
refugiados, desterrados y desarraigados, mal llamados por los señores de la
guerra como desplazados forzados; pero la guerra nos persigue, nos alcanza y
nos habita en nuestro propio territorio, nuestra piel.
Pero en medio de la guerra y la
violencia estructural por el abandono del Estado, seguimos construyendo vida,
aprendiendo a volar en el arte y la cultura, el deporte y la música, la pintura
y la alegría, el estudio y la conciencia; para no dar más hijos-hijas a la
guerra, a la milicia o a la miseria humana, como hasta el momento nos han
programado los dueños del poder político y los amantes del dinero que lo
quieren obtener al precio que sea con la carne del cañón que obtienen de
nuestra comuna.
Luchamos contra la pobreza y la miseria
con nuestras propias manos, con las uñas, con la imaginación, pero la ciudad
opulenta nos ataca y destruye con sus políticas y sus politiqueros. Pero este
es el momento de no copiar más.
Vamos a hacer nuestra propia
política, no permitiendo que a nuestras organizaciones comunitarias, ni a nuestros
liderazgos organizados los compren con sus cochinos billetes. Haremos política
comunitaria, de base, como la hemos aprendido, para unirlas a las voces y a los
acompañamientos que impulsaremos desde el congreso con IVÁN CEPEDA al Senado y DUBÁN VÉLEZ a la Cámara.
Iván Cepeda, un defensor de los Derechos
Humanos, un constructor de la paz con justicia social, un acompañante de las
víctimas de la violencia, un amigo y una persona íntegra que no defraudará
nuestras luchas.
Dubán Vélez, Un Obrero, que ha
combatido a hombro partido la miseria que vivimos en nuestros barrios, logrando
que nuestros derechos laborales sean respetados y nuestras economías familiares
no sean burladas en las negociaciones de tigre con burro amarrado que siempre proponen
los empresarios.
Su lucha, su liderazgo sindical, su
solidaridad con nuestras batallas cotidianas y necesidades, nos llevan a
depositar toda la confianza en su aguerrido presente y porvenir.
Desde la plataforma política Vamos
por los Derechos decimos:
Hacemos política, no compramos VOTOS
Escuchamos y acompañamos, no
hacemos discursos promeseros.
Hoy emprendemos la senda caminando
juntos, haciendo política de base, porque Vamos
por Todo para Todos con Toda la cultura política que podamos imaginar y crear.
Haremos política porque la
política no esta hecha, porque lo que hay instalado es el dispositivo de una
maquinaria de Guerra Política.
¡Vamos por los Derechos!
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